Decidimos que Extemadura era un buen destino intermedio y solo nos hacia falta decidir las localidades en las que pernoctar. Finalmente nos decidimos por Zafra a la ida y por Cáceres a la vuelta. De todas formas no pudimos evitar Hacer sendas paradas en Hervás, localidad con una judería muy bien conservada y de la que guardábamos muy buenos recuerdos.
Zafra
Se trata de una ciudad situada al sur de la provincia de Badajoz, de unos 16.500 habitantes y también conocida como Sevilla la chica.
Nos alojamos en el hotel Cervantes, establecimiento de caracter familiar con unas instalaciones de tipo rústico, pero con todas las comodidades y muy bien situado a 5 minutos de la calle Sevilla desde donde podemos acceder al casco antiguo. Del hotel lo más destacable fue la amabilidad del personal y la cercanía de una cafetería que proporcionaba unos desayunos increíbles, sobre todo para los que nos gusta el pan con tomate, ajo y aceite de oliva.
En la Plaza Grande paramos en la terraza de un bar , donde probamos unas croquetas de cocido, que venían acompañadas de unas patatas y una pequeña ensalada de hierbas, el vino era de la tierra, que por cierto estaba muy bueno.
Para cenar, fuimos a un bar restaurante que tenía un patio exterior donde se estaba muy fresquito y donde, a pesar de la música de La Pantoja con la que nos taladraron, nos cepillamos un secreto ibérico con una ensalada que nos dejó satisfechos.
En definitiva una ciudad tranquila y amable que merece ser visitada con un poco más de tiempo.
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